Tras la pandemia todos los centros docentes se han encontrado con la necesidad de acondicionar sus aularios para garantizar una óptima calidad del aire y minimizar el riesgo de contagios. Conseguirlo no solo depende de poder mantener la distancia de seguridad entre alumnos. La medida clave pasa por asegurar una correcta renovación de aire. Es en este aspecto en el que desde Gravent podemos proponer soluciones innovadoras y eficaces. Nuestro proyecto de colaboración con la Universitat Rovira Virgili de Tarragona es un excelente ejemplo.

Precedentes con un eficaz sistema de renovación del aire

Afortunadamente, antes de la aparición del COVID-19, ya había numerosos organismos e instituciones educativas que habían tomado conciencia de la importancia de respirar en sus instalaciones un aire limpio, libre de virus o bacterias que propaguen enfermedades. También sin agentes contaminantes, como los VOC (Compuestos Orgánicos Volátiles) y, en general, cualquier sustancia que resulte nociva para la salud.

En esta línea de actuación, destaca la iniciativa protagonizada por distintas universidades, como la Universitat Rovira Virgili de Tarragona/Reus, la Universidad Politécnica de Valencia, la Escuela de Arquitectura de Sant Cugat, la Universidad de Alicante o la Universidad de Girona. Todas ellas han sido pioneras en la implantación de mecanismos que garantizarán una adecuada renovación del aire en el interior de sus aulas.

Y no es casual que coincidieran en su elección y todas ellas se decantarán por la instalación de la ventana HERVENT®, como sistema de ventilación. La experiencia contrastada durante estos años ha venido a confirmar lo acertado de su decisión.

¿Por qué la ventana Hervent garantiza una excelente calidad del aire?

Hay una notable diferencia entre las ventanas Hervent, con su sistema de módulos basculantes y cierre hermético, frente a una cristalera convencional. Y es que, este mecanismo permite regular la renovación de aire haciendo que sea uniforme y constante. Se asegura la calidad del aire a la vez que no se ve disminuida la eficiencia energética de los interiores, de una forma muy cómoda.

Mientras que, con un sistema clásico de ventanas, tendríamos que abrir mucha superficie en un corto espacio de tiempo para no afectar al confort térmico. Y estar repitiendo ese proceso de apertura y cierre continuamente para obtener una mínima renovación del aire. Un método que es indiscutiblemente poco práctico.

Para comprobar la eficacia de este sistema, conviene insistir en facilidad de uso de estas ventanas. HERVENT® ya que nos permite por medio de una maneta giratoria (o motor) regular con alta precisión el volumen de aire que deseamos que circule a través del sistema, de forma que se necesita manipular lo mínimo a lo largo del día.

Además, tampoco hace falta instalar toda la fachada con estos elementos. En muchas ocasiones, basta con distribuir dos de ellos estratégicamente para optimizar su eficacia. Por ejemplo, en el caso de la Facultad de Economía de la Universitat Rovira Virgili de Reus, las ventanas Hervent están colocadas en los pasillos, cada 6 metros aproximadamente, y en las aulas dos unidades en cada extremo. Una ubicación que asegura una perfecta circulación del aire.