La regulación del impacto de la luz solar en el espacio de trabajo

Este es un punto esencial a la hora de decidir donde ubicas tu oficina en casa. Necesitas garantizarte una excelente luminosidad, a la vez que evitas esos molestos reflejos en la pantalla de tu ordenador, que tanto perjudican a tu vista. Sin duda, tu espacio de trabajo debe estar cerca de una ventana que te proporcione la suficiente luz natural, pero que cuente con un sistema de protección solar que te permita regular esa entrada.

Sin embargo, no te vale cualquier cortina o estor. Si realmente te preocupa el confort visual, debes optar por soluciones que filtren la luz y reduzcan los deslumbramientos de forma contrastada. Hay una fórmula que mide científicamente ese impacto de la luz cuando entra en una estancia, teniendo en cuenta los materiales que atraviesa. En el caso de montar un despacho en casa, debes elegir un sistema que te garantice los 500 lux. Si te dedicas al diseño, arquitectura o similares, ese índice sube a los 1.000 lux.

El tejido screen es la solución perfecta. Cuenta con distintos factores de apertura que se adaptan a la necesidad de cantidad de luz que necesites. Y todos mantienen intactas sus cualidades de protección solar.

Cuidando también el confort térmico

Tu espacio de trabajo en casa es ese rincón en el que vas a pasar muchas horas. Y, durante todas ellas, necesitas estar en plenitud de rendimiento. La temperatura de una estancia afecta directamente a tu capacidad de concentración y atención. Demasiado calor, te adormece. Pero, si hace frío, tampoco estás cómodo y, por tanto, tu productividad baja. Distintos estudios de universidades prestigiosas, como la de Helsinki, han comprobado que la temperatura óptima para desarrollar una actividad laboral en casa está entre los 21 y 22 grados.

Mantener esa temperatura estable, durante todo el día y en cualquier época del año, pasa por tener una climatización adecuada en tu espacio de trabajo. Pero, además, es imprescindible que juegues con los sistemas de protección solar para preservar esos grados térmicos que necesitas, sin tener que disparar tus consumos energéticos. Un estor exterior, por ejemplo, reduce entre 4 y 7 grados la temperatura del interior durante los meses más cálidos. Esto puede ayudarnos a ahorrar en la factura eléctrica durante esa temporada. Si eliges uno con un sistema automático o motorizado te resultará fácil recogerlo o extenderlo de acuerdo con las circunstancias climáticas.

Gravent pone a tu disposición distintas opciones de sistemas de protección solar, de excelente calidad y con una amplia variedad de modelos. Todas ellas son eficaces para convertir tu espacio de trabajo en ese rincón de casa donde puedes desarrollar tu labor en las mejores condiciones. ¡Solo tienes que visitar nuestra web para comprobarlo.