Sin duda, es recomendable añadir sistemas de apertura automatizados a toldos, cortinas, enrollables y cerramientos. Sobre todo, los de grandes dimensiones o instalados en zonas de difícil acceso. Pero, antes de decidir cuál, conviene repasar las diferencias entre motorización mecánica con interruptor o RTS para acertar con la solución óptima para cada situación.
La motorización mecánica ha dejado de ser una excepción, hoy es una fórmula cada vez más demandada. Por supuesto, en las instalaciones de edificios públicos y centros de trabajo. Pero, seguro que también cada vez te la solicitan más clientes en tus proyectos de reforma o construcción de viviendas particulares. No olvides que ambas soluciones se pueden ‘domotizar’.
1. Cuando se quiere accionar varias cortinas a la vez
Tanto la motorización mecánica por interruptor como la RTS tienen la ventaja de poder mover varias cortinas a la vez, gracias a las agrupaciones de motores, algo imposible con las de manubrio o cadena. Sin embargo, hay una diferencia entre ellas. Mientras las cortinas agrupadas con interruptor no se pueden accionar por separado, con el mando a distancia se adjudica a cada cortina el canal que se desea. De esta forma, con el mando se consigue la apertura simultánea o individual:
- Si el mando es monocanal: se mueven todas las cortinas a la vez, siempre que les llegue la señal de radio a todas por igual.
- Con un mando multicanal: se asigna a cada cortina un canal propio y se mueve la que se quiere en cada caso o todas si se elige la opción de todos los canales.
- Multicanal y subagrupado: esta tercera opción permite agrupar varias cortinas en un mismo canal. Así se puede, accionar una cortina sola si le hemos asignado su propio canal. Además, el grupo de cortinas que van en un mismo grupo y, finalmente, todas a la vez la opción todos los canales.
Conviene subrayar la comodidad que supone la motorización mecánica siempre, pero especialmente cuando hablamos de grandes dimensiones.
2. La motorización mecánica por mando necesita un receptor
Esta es la segunda diferencia entre la modalidad de interruptor y la de mando a distancia. Obviamente, los dos implican que tenga que instalarse un pequeño motor que, normalmente, va incorporado en la propia estructura. Pero, en el caso del mando a distancia además tienen que incluir un receptor que puede ir en el motor o a parte.
3. El caso del interruptor inalámbrico
Esta es una variante de la motorización mecánica que se podría decir que está a caballo entre las otras dos. Es verdad que hay que pulsar un interruptor, pero no es necesario cableado, lo que su funcionamiento es muy similar al del mando monocanal. Y tiene dos ventajas claras:
- su instalación es más barata que la motorización mecánica con interruptor convencional, precisamente porque no hay que montar cable.
- el interruptor está anclado a la pared, lo que impide que se extravíe como a veces ocurre con el mando a distancia.
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