23 noviembre 2019

4 trucos para limpiar ventanas que desconocías

Si quieres que los cristales de tu casa dejen de ser el centro de tus pesadillas, no tardes ni un segundo en aplicar estos 4 trucos para limpiar ventanas que desconocías. Seguro que no son los primeros consejos que lees, pero estos tienen la ventaja de ser sencillos, eficaces y baratos.

1. Limpiar ventanas cuando los cristales están muy sucios

Lo más recomendable es que tengas una rutina de mantenimiento que evite que llegues a esta situación. Pero, hasta para los casos más graves de suciedad hay solución. ¡Y está en tu despensa! Basta con que cojas una cebolla y la partas por la mitad. También conseguirás los mismos resultados con una patata. Frota con ella tus cristales y deja que actúe durante unos 5 minutos.

Para retirar, llena un frasco vaporizador con la mejor solución casera para limpiar ventanas: agua tibia con un chorro de vinagre. Rocía y seca con papel de periódico o una bayeta de microfibra que no deje pelusas. Para eliminar el molesto olor de la cebolla puedes añadir a la mezcla una pizca de bicarbonato.

Si quieres llegar cómodamente a todos los rincones del cristal elige ventanas de módulos basculantes que se abran hacia afuera, como nuestro modelo HERVENT.

2. El consejo más eficaz contra las marcas de dedos

¿Tienes niños pequeños o mascotas en casa? Entonces sabes perfectamente de qué te hablamos. Nada más acabar de limpiar ventanas a alguien se le ocurre apoyarse en tus impecables cristales y dejar su huella plasmada.

En esta ocasión recurre a tu botiquín, donde seguro que tienes una botellita de alcohol. Vierte unas gotas en agua y humedece un trozo de papel de cocina que pasarás por la mancha. Sólo queda secar de nuevo con papel periódico o con un filtro de cafetera. Son dos excelentes materiales para el secado porque no rayan ni dejan restos.

3. Los imprescindibles para limpiar ventanas

Algunos de estos productos ya te los hemos adelantado en los tips anteriores. El vinagre es esencial por su poder desengrasante y abrillantador. En su defecto, podrías sustituirlo por amoniaco, pero es mucho más tóxico y contaminante. Y, respecto al agua, cuidado si vives en una zona de aguas duras, la presencia de cal impide unos buenos resultados al limpiar ventanas. Si es tu caso, usa agua embotellada o de osmosis.

4. Una ventana es más que unos cristales

Limpiar ventanas implica también el mantenimiento de los marcos y de las persianas. En general, la misma solución de agua y vinagre que has usado para el vidrio es válida en ventanas de aluminio, de pvc o de madera, sean manuales o eléctricas.  Si optas por productos químicos en superficies metálicas o lacadas, ten siempre la precaución de probar primero en una zona no visible.

Las ventanas con sistemas mecánicos de giro o deslizamiento exigen que te ocupes de sus piezas móviles. Si están muy sucias, empieza por limpiarlas con un desengrasante de secado rápido, tipo Fast Dry Degreaser de CRC.  Finaliza el mantenimiento con un lubricante de los que se usan para bicis, resisten bien las agresiones climatológicas y, gracias a su cánula, se aplican fácilmente.

Como expertos en enrollables y celosías de exterior te aconsejamos que aproveches los días de lluvia para que se limpien por fuera. Además, al extenderlos evitas que se ensucien los cristales.

Antes de invertir en la compra de aspiradores o robots especiales, prueba estos 4 trucos para limpiar ventanas que desconocías. En Gravent apostamos por las viviendas verdes, con grandes cristaleras para aprovechar la luz natural y unos sistemas de protección solar que mejoren la eficiencia energética de tu hogar. ¡No renuncies a esas ventanas por la pereza de mantenerlas impecables!

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