Insistimos una vez más en que se trata de elementos esenciales para garantizar la mejor protección solar en viviendas, locales y edificios públicos. Por eso, conviene invertir en los de mejor calidad. Y, para que nos duren lo máximo posible, aplica estos consejos para limpiar toldos de forma efectiva y sin dañarlos. ¡Toma nota!
Primero, unas recomendaciones generales para limpiar toldos
Dependiendo de la estructura y los materiales en los que se haya fabricado, cada toldo puede necesitar unas medidas de limpieza u otras. Influye hasta su ubicación. Lee siempre las instrucciones del fabricante. Sin embargo, sí podemos dar unas pautas básicas que se pueden aplicar en todos los casos.
En cuanto a la frecuencia, al menos habría que limpiar los toldos coincidiendo con cada cambio de temporada. Como es lógico, no se usan igual durante el invierno que en los meses de verano. Y debemos enfocar la limpieza teniendo en cuenta que son circunstancias distintas y hay que adoptar cuidados específicos. Por seguridad, si está instalado en una zona de difícil acceso, mejor que no corras riesgos y recurras a limpiadores profesionales.
Segundo, las medidas concretas según la época del año
De cara al invierno, cuando van a estar gran parte del tiempo recogidos, la prioridad es asegurarte de que están absolutamente secos. Tanto en las partes metálicas, para no correr riesgos de oxidación, como en los tejidos para evitar humedades y moho. Es verdad que los tejidos técnicos tienen propiedades antimoho, pero mejor enrollarlos completamente secos.
Sin embargo, antes de extenderlos en verano, la clave para limpiar toldos es otra. Se trata de evitar la decoloración. Aunque los modernos materiales, como el screen o el tejido soltis ya se elaboran con una alta resistencia frente a la incidencia de los rayos, la recomendación es que nunca se haga la limpieza de los toldos en las horas de mayor intensidad del sol.
Tercero, eliminar el polvo y retirar las manchas difíciles
El gesto más útil para limpiar toldos es evitar que se acumule polvo. Piensa que en caso de lluvia, por ejemplo, esas zonas con polvo, polen o arenilla al mezclarse con agua dan lugar a un tipo de suciedad que penetra más y deja manchas. De ahí la importancia de eliminar el polvo. Una excelente opción es pasar el aspirador. También es útil, dependiendo de las dimensiones y accesibilidad, un cepillo de cerdas suaves, un plumero o un trapo seco, siempre que te asegures que no sueltan pelusillas.
Finalmente, su ubicación exterior, hace imposible que no se aparezcan manchas en los toldos. Estamos pensando sobre todo en los excrementos de pájaros y otros pequeños animales. En la estructura, basta con pasar una bayeta humedecida con un jabón neutro. El tejido se limpia mejor con un chorro de agua a presión o, en su defecto, humedeciendo una esponja en una solución neutra y frotando suavemente.
Quitar el polvo, recoger cuando no se necesita y evitar la humedad son las claves para limpiar toldos. Son sencillos, muy útiles y sirven para preservarlos en las mejores condiciones. Conoce el amplio catálogo de Gravent. Nos preocupamos para que encuentres el toldo que se ajusta a tus necesidades y con materiales que requieren mínimo mantenimiento.